El Cortijo es una casa de labranza totalmente restaurada, con materiales de zona, caracterizándose dicha infraestructura turística por contribuir a la conservación del paisaje y la mejora de la flora y fauna Mediterránea.
La ecogestión se logra mediante el uso de tecnologías y procedimientos artesanales aplicados en el entorno rural con unos costes muy reducidos y alta rentabilidad ambiental
Esta explotación rural se configura como modelo de desarrollo sostenible en un paraje natural de gran riqueza ecológica próximo al Lugar de Interés Comunitario (LIC) del Cabezo de la Jara. Toda la infraestructura turística creada se ha realizado utilizando materiales existentes de la zona, el suministro de agua (a través de un pozo) y la energía solar térmica-eólica es totalmente renovable. Todo ello, a fin de minimizar al máximo la huella ecológica. Es decir, es una infraestructura turística autosuficiente energéticamente y que no agota los recursos naturales
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