Little quiet paradise.

Un lugar muy recogido y en contacto con la Naturaleza para los que deseamos descansar y relajarnos. La casita, con espacio adecuado y acogedora. Hay que aprovechar la zona tan maravillosa para hacer rutas tanto a pié como en coche.

Puntos a mejorar: El Propietario debe quedar con los clientes en la gasolinera del pueblo porque llegar hasta la casa por los caminos no es fácil la primera vez. El ultimo tramo del camino es muy estrecho, si bien esto no es culpa del dueño y tiene difícil arreglo. El calentador tiene mala combustión y da mucho olor a monoxido, las rejillas de ventilación de la puerta están sobrepuestas y no cumplen con su función. En general el sitio es bonito, se pueden hacer excursiones a los alrededores interesantes, el trato es educado y la atención buena.

Nuestra estancia los 5 días que estuvimos fue muy buena, la casa tenía todo lo necesario, muy acogedora, con una terraza para los desayunos que ya quisiera disfrutarla todo el año. El propietario D. José Miguel Vilar muy atento con nosotros en todo lo que pudiéramos necesitar, incluso proporcionándonos información sobre la zona y sitios que podíamos visitar. Todo perfecto. Para repetir. Saludos.

Un sitio muy acogedor y tranquilo, es una pena no haber podido estar mas días y disfrutar del estabecimiento. Un remanso de paz. Gracias.

Está situado en un lugar precioso y tiene todo lo necesario para pasar unas vacaciones relajadas y tranquilas. Buen recibimiento y trato por parte del propietario.

Lugar excepcional, acondicionamiento estupendo y muy hogareño. Merece la pena, sin duda, ya que la relación calidad-precio es muy aceptable.

Apartamento rural muy acogedor con pequeños detalles que hacen que la estancia sea más agradable y cómoda. El paseo por la zona es escantandor y el detalle del porche se agradece cuando hace buen tiempo.

Todo bien. El regato sonando, con lluvia fuera y calentito dentro. Guay