Sitio recomendable para conocer el parque natural los arribes

Todo muy bien ,limpio y a destacar la cocina impresionante todo lo que hicieron para comer y las setas no tienen palabras para explicar lo exquisitas que estaban ,para repetir.

Que maravilla cenar al lado de la chimenea, con la chuleta de ternera sayaguesa a las brasa y sin faltar al vino ,y de remate los postre de la casa , que tartas y de remate el buen descanso ,el silencio,y la cabina de hidromasaje .y al dia siguiente los buenos desayunos ,con las mermeladas de la casa, el bizcocho y las tostadas del pan de casa.Y gran amabilidad de los dueños.

Gracias a Javier y Sofia hemos disfrutado de unos dias maravillosos y en especial a la calidad de los productios que nos ponen en la mesa , a destacar las setas ,el Arroz a la Zamorana, y como no puede faltar la Chuleta de ternera ,con los desayunos de Sofia con pan de casa y la gran variedad de mermeladas de su cosecha. La habitacion muy acogedora y lo mejor el baño con la cabina de hidromasaje,que relax. Recomendable .

muy buen trato de los propietarios y una comida muy rica y de su cosecha......

Nos sentimos estupendamente, destancao la comida que nos ofrecieron y los vinos

La comida es excelente, el trato maravilloso y muy bien situado para visitar la zona de los Arribes del Duero. Repiteremos sin duda alguna.

Simplemente genial, pasamos unos días inolvidables.

Hemos estado en septiembre, es ideal para visitar los arribes y los pueblitos de alrededor, así como la zona portuguesa. Los propietarios muy amables y las mermeladas caseras de Javi excepcionales.

Los propietarios son muy agradables y facilitan la estancia y excursiones todo lo posible. En el restaurante se come muy bien, muchos productos autoabastecidos. El pueblo está muy bien para poder hacer rutas sin coger el coche; es muy tranquilo. La habitación que nos tocó, un poco pequeña; con la cuna de viaje, agobiante.

Totalmente recomendable, es más, ya lo he recomendado a mis amigos y familiares.

El establecimiento es estupendo, con una gran relación calidad-precio. El pueblo de Moralina tiene mucho encanto y nosotros hicimos una ruta, recomendada por Javi y Sofía, los dueños, que nos dejó boquiabiertos. Hablando de los dueños, sólo puedo expresar nuestro agradecimiento al trato recibido. Nos acogieron y nos trataron como a familia. Lástima que no tuviésemos más tiempo. Recomiendo que probéis las raciones de su bar y cualquier plato del restaurante. Un simple plato de patatas de su huerto fritas y se os caerán los lagrimones. Y para los desayunos de Sofía no tengo palabras. Su bizcocho casero para abrir estómago, el café de puchero, y las tostadas de pan de pueblo con mermeladas caseras de varios sabores... Os recomiendo unos días en Las Arribas. ¡Os encantará !

Las habitaciones inferiores 01 y 02 tienen problemas de condensacion si no se pone la calefaccion