Alojamiento muy tranquilo en un entorno precioso. El trato de Marta, muy bueno.

Si muy recomendable

Zona muy tranquila para pasar unos días y muy atentos tanto Baltasar como Marta estuvimos muy bien buen trato familiar

Buena

La casa es grande, cómoda y está bien situada cerca del pueblo que tiene mucho encanto a pesar de ser muy pequeño- El alojamiento estaba muy limpio y los anfitriones son un encanto, amables, dispuestos y encantadores. Es un sitio muy adecuado para ir con niños porque tiene un jardincito delante y una pista de tenis donde pueden correr tranquilamente. Marta, la propietaria, tiene un taller de cerámica muy interesante y hay animales aparte para que los niños puedan visitarlos. Existe la posibilidad de hacer algún taller de cerámica, nosotros no lo hicimos por falta de tiempo y porque los niños son aún pequeños pero es una asignatura pendiente. Los propietarios viven justo encima del alojamiento pero no ha sido en absoluto un problema. La casa estaba caliente y bien mantenida. Todas son camas individuales. Sábanas y toallas limpias, baños amplios y bien cuidados. La zona una preciosidad, recomendable sobre todo en primavera y otoño.

Encantador el alojamiento y los propietarios. Todo estaba perfecto y nos hicieron sentir como en casa. Gracias Marta por hacernos sentir tan cómodas.

Una estancia fabulosa en esta casa. Marta y su familia son adorables. Esperamos volver pronto!

La casa esta muy bien tanto en lo comodo, el trato, el entorno, vamos que todo genial.

Casa con muchísimo encanto. Se descansa genial, y sus propietarios son todo amabilidad. Estuvimos felices!!!

genial para ir con niños

La casa esta bastante bien y los propietarios son muy amables. ES BASTANTE RECOMENDABLE

La casa es muy amplia y con buenos exteriores, sobre todo si se va con niños.

Sitio agradable, gente acogedora, medos más que suficientes.

Bastante bien la casa, el trato fue excepcional, te hacen sentir como en casa. Además con interes en mejorar las instalaciones.