Casa rural situada en el partido de Cabrillas Altas en el Municipio de Vélez-Málaga, sobre una colina desde la que se disfrutan unas vistas panorámicas majestuosas de toda la comarca de la Axarquía en la Costa del Sol.
En un entorno privilegiado, orientada al este desde donde se observa en todo su esplendor el Pico de la Maroma, la cumbre más alta de la provincia de Málaga y el resto de las sierras de Tejeda y Almijara que forman el Parque Natural del mismo nombre. Al sur desde la portada de la casa se extiende la Vega del Río de Vélez, las lomas y montes de la Axarquía y el Mar Mediterráneo.
La casa dispone de un salón con chimenea y cocina totalmente equipada, tres dormitorios dobles y un sofá cama individual en el salón, cuarto de baño y despensa. Una amplia portada o porche, mirando al sur por la entrada y al este en un lateral con un emparrado para la sombra.
La piscina, de agua salada, se encuentra a espaldas de la casa, tiene un amplio solarium y barbacoa y disfruta igualmente de unas panorámicas increibles.
Desde la casa además, de disfrutar de unas magníficas vistas y la tranquilidad del lugar, rodeados de arboledas, se puede realizar senderismo y paseos en bici por el lugar, además de poder realizar todo tipo de actividades de turismo activo y de naturaleza por la Comarca de la Anarquía (Rutas en quad, excursiones, barranquismo,…).
La Casilla del Pastor forma parte de una finca dedicada fundamentalmente a la producción de frutos subtropicales, aguacates y mangos, la Finca de Los Peña conocida desde antiguo como Cortijo Paula Ocón. Históricamente se dedicó al cultivo de olivos, almendros y limones, pero sobre todo de viñas para la producción de pasas.
Esta casa forma parte de la finca desde tiempos inmemoriales y servía para alojar a los pastores trashumantes que periódicamente, cada año bajaban de la Sierra Tejeda con sus rebaños para invernar en esta parte de la comarca. Los pastos de la finca los vendían los dueños a los pastores, que durante varios meses se alojaban en la Casilla, mientras las ovejas pastaban y se guardaban en rediles móviles que se montaban entre los olivos.